Pentominó.
Las piezas del pentominó son formas hechas por cinco cuadrados unidos borde con borde. Considerando a las rotaciones y reflexiones como idénticas se forman 12 piezas diferentes. Si las rotaciones y reflexiones no se consideran como idénticas habría 63 piezas distintas de pentomino. El pentominó se dice que fue inventado por Solomon W. Golomb en 1953. Golomb publicó un libro llamado “Pentominoes” en 1965. Sin embargo, el pentominó tiene una fecha mucho más antigua registrada. La observación de que hay 12 patrones distintos que pueden ser formados por cinco piedras sobre un tablero de Go es atribuida a un antiguo maestro de este juego chino. El primer enigma del pentominó se publicó por Henry Dudeney en su libro “Canterbury Puzzles” en el año de 1907. Existe también una discusión sobre las piezas del pentominó en el “Fairy Chess Review”, un diario de acertijos británico, en las décadas de los 30 y 40. Inclusive se pueden crear figuras interesantes de animales hechas con las piezas del pentomino. El pentominó vino a ser un acertijo popular después de que fue discutido en la columna de juegos matemáticos de Martin Gardner en la revista Scientific American. Existen juegos comerciales disponibles de las 12 piezas del pentominó y una variedad de juegos han sido inspirados bajo este acertijo. Las piezas del pentominó pueden ser usadas para rellenar formas las cuales tienen un área que es múltiplo de 5 cuadrados. Las 12 piezas del pentominó pueden potencialmente rellenar cualquier forma con un área de 60 cuadrados. Más aún, el rellenado suele poder hacerse en más de una manera. Por ejemplo, hay 2339 maneras distintas de rellenar un rectángulo de 6×10 cuadrados contando las rotaciones y las reflexiones como idénticas. El pentominó es una poderosa herramienta en el desarrollo de razonamiento espacial, o para desarrollar la habilidad de manipular objetos en el espacio que usa la imaginación visual. También es útil para mejorar la memoria.