Geometría sagrada

Geometría sagrada, no es propiamente una rama de la geometría, sino un compendio de varias disciplinas de la geometría unidas a unas supuestas relaciones con la Naturaleza. En general, la geometría sagrada estudia las proporciones, patrones, sistemas, códigos y símbolos que subyacen en las creaciones humanas o en los fenómenos naturales. Uno de sus objetivos principales es la de establecer proporciones que se consideran de especial interés, como la proporción áurea, la raíz cuadrada de dos, etc. Estas proporciones fueron muy utilizadas en la arquitectura de edificios singulares y la pintura. Actualmente apenas si se aplican.

La geometría sagrada abusa de su intención de querer reducir el universo a proporciones geométricas, forzando a que estas existan en determinadas plantas, animales o fenómenos naturales, cometiendo frecuentemente el error de considerar un caso único como una generalización de una situación.

Su origen se puede considerar que fue en la antigua Babilonia y Egipto, pasando a sus herederos en la antigua Grecia, donde no se consideraba normal el comunicar los conocimientos geométricos (y todos los demás) al resto del pueblo por considerar que su falta de cultura les impediría apreciarlos («no se les da margaritas a los cerdos»). Esto creó una elite con unos conocimientos selectos que propicio el oscurantismo (por desconocimiento) y el añadirle un halo mágico a todo aquello que los demás desconocían. De ahí el término «sagrado» que en la antigüedad era equivalente a «mágico». Se estableció como se la conoce hoy en la edad media y principio del renacimiento, no avanzando nada desde entonces y convirtiéndola en una paraciencia, que se apoya en algunos argumentos geométricos verdaderos, pero a los que se les atribuyen características esotéricas.